En este viaje con el Amalia del Bene me toco celebrar tres bautismos de neófitos marineros que se atrevieron a cruzar la línea del ecuador.
Al cruzar el Ecuador, aquellos tripulantes “infieles”, es decir, quienes nunca cruzaron esta línea imaginaria, deberán ser bautizados para evitar la ira del soberano de los mares (Rey Neptuno).
Al cruzar el Ecuador, aquellos tripulantes “infieles”, es decir, quienes nunca cruzaron esta línea imaginaria, deberán ser bautizados para evitar la ira del soberano de los mares (Rey Neptuno).
Quien es neptuno?
Neptuno es el hijo mayor de los dioses Saturno y ops, hermano de Júpiter. Neptuno gobierna todas las aguas y mares. Cabalga las olas sobre caballos blancos. Todos los habitantes de las aguas deben obedecerlo y se lo conoce como Poseidón en la mitología griega.
Neptuno eligió el mar como morada y en sus profundidades existe un reino de castillos dorados. Con su poderoso tridente agita las olas, hace brotar fuentes y manantiales donde quiera y encauza su ira provocando los temibles sismos o terremotos.
El dios de los mares es un muy peligroso e inestable elemento, con sus emociones puede provocar desde terribles tormentas y tempestades hasta olas tranquilas y pacíficas, por lo que nunca nadie intenta provocarlo sin un importante motivo.
Un poco de historia:
En este punto, es bueno mencionar que los hombres del siglo XV temían que si navegaban desde el hemisferio Norte hacia el Sur, pasando por el Ecuador, morirían debido al intenso calor, ya que en esos dominios para ellos desconocidos, creían que el agua habría de hervir. Para entonces estaba olvidado que un capitán fenicio al servicio del faraón egipcio Nekho II (610-594 a.C.), había circunnavegado el Africa sin que se le quemaran las velas. Lo cierto es que el Santo Padre, convencido de la importancia de las exploraciones de los mares desconocidos, prometió el perdón de todos los pecados –la completa absolución– a los hombres que integraran las tripulaciones de los bajeles en viajes hacia esos territorios.
Y como el mar tiene su propia mitología que hemos heredado de los pueblos mediterráneos desde los inicios de la cultura Occidental, Neptuno pasa a ser el imaginado patriarca de quienes se aventuran en sus eternos dominios.
Si nos distanciamos por unos momentos de la moderna sociedad actual, de sus medios de transporte que permiten viajar con rapidez y facilidad, nos remontaremos a tiempos donde la navegación era el medio de transporte para largas distancias. No existían trenes ni aviones, y mercancías o pasajeros debían seguir rutas marítimas para llegar a puntos remotos.
Cruzar el ecuador geográfico suponía un hito considerable, como antesala de entrar en mares desconocidos. Con el tiempo, y ya cercanos a nuestros días, se instauró una tradición en los barcos con motivo del cruce del paralelo 0º de Latitud. No es otra que bromear con los novatos que nunca antes lo hicieron.
El "cruce de las líneas", del Ecuador y desde que se inició la conquista de los extremos boreales y australes, el de los Círculos Polares, son motivo de celebración..
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